El Ayuntamiento plantea suprimir una de las dos líneas de autobuses urbanos que van hacia Campollano
Un informe de Movilidad desvela que cada usuario de estos trayectos le cuesta a las arcas municipales más de tres euros Es una de las medidas de contención del gasto incluidas en el plan de ajuste 2012-2022 del Ayuntamiento de Albacete. Después de hacer efectiva una importante subida tarifaria en el servicio de transporte urbano de la capital para -supuestamente- obtener una mayor rentabilidad económica, ahora le toca el turno a la reducción del gasto, todo ello con el objetivo de ir reduciendo los casi cuatro millones de subvención que el Consistorio destina anualmente al sostenimiento de los autobuses urbanos en esta ciudad.
Ahora, la Concejalía de Movilidad y la empresa Subús -concesionaria del servicio de transporte urbano- están barajando una serie de fórmulas con las que reducir el coste actual de este recurso público sin que repercuta en las condiciones de calidad del mismo. Entre estas posibles medidas figura la desaparición de una de las dos líneas que conectan el centro con el polígono empresarial de Campollano, concretamente la línea F, que con salida y llegada en la calle Alcalde Conangla (a la altura del Puente de Madera) discurre por Hermanos Falcó, calle Hellín, Paseo de la Circunvalación, carretera de Madrid hasta el parque industrial, a razón de cuatro viajes de ida y otros tantos de vuelta, tanto en horario matutino como vespertino.
Se da la circunstancia de que la línea F ha ido perdiendo viajeros desde que se puso en marcha la Línea D, otro itinerario que cruza la ciudad desde el barrio San Pedro Mortero, pasando por el Parque Lineal y Los Llanos del Águila hasta llegar a Campollano, y que el pasado año fue utilizada por 70.000 usuarios que se dirigieron al parque empresarial, frente a los 30.000 que optaron por la línea F, un recorrido que llegó a alcanzar los 76.000 viajeros en el año 2006.
Según un estudio elaborado por la sección técnica de Movilidad Urbana, basada en los datos aportados por Subús, la línea F es utilizada por una media de 120 pasajeros al día, situándose el coste por cada uno de ellos en 3,67 euros, es decir, cuatro veces superior al coste por viajero de las líneas A y C y tres veces superior al de la línea B. De esta forma, si se descuenta el precio del billete que paga el usuario, la línea F tiene un coste de más de tres euros por viajero para el Ayuntamiento capitalino, mientras que un usuario con billete similar, en las líneas A o C, cuesta diez veces menos.
A pesar de que los números cantan, la Concejalía de Movilidad entiende que el criterio económico no debe ser el único que condicione las nuevas medidas a aplicar para reducir la subvención municipal al servicio de transporte público, por lo que sugiere que se tengan en cuenta otras alternativas para que la eliminación de la línea F, de llevarse a cabo, no acabe afectando a los usuarios de la misma.
Solución: la línea D
Una de las opciones puestas ya sobre la mesa es la posibilidad de que la línea D pueda sustituir a la F, máxime teniendo en cuenta que la primera presta cuatro servicios por hora hacia el polígono Campollano. Con cuatro autobuses por hora, frente a uno de la F, realiza de forma continuada 52 servicios diarios hacia el polígono industrial y otros 52 de vuelta. A lo largo del pasado año, la línea D recibió 70.000 usuarios con destino Campollano, lo que pone de manifiesto, en opinión del Ayuntamiento, que las condiciones de movilidad que presta esta línea «son muy superiores a las que proporciona la línea F».
El informe de Movilidad Urbana también analiza de forma pormenorizada los efectos negativos que supondrían la eliminación de la línea F para sus viajeros más habituales. En este sentido, asegura que no ocasionaría más inconveniente que tener que gastar un poco más de tiempo en llegar a las paradas de la línea D. Esta «molestia asumible» -cita textualmente el estudio- afectaría a tan solo 12-15 personas por día, que son las más alejadas de las posibles alternativas de la línea D. El resto de usuarios actuales tendrían «a tan solo unos minutos de sus domicilios» una parada adecuada de la línea D.
¿Pero se tendrían que realizar cambios en el recorrido de esta última línea por el polígono industrial de Campollano para acercar a los usuarios lo máximo posible a sus puestos de trabajo? Pues sí: la solución pasaría por modificar el recorrido de la línea D de tal forma que este trayecto asuma las paradas que viene realizando la línea F. En concreto, esta asunción de paradas supondría una ampliación aproximada de 1.500 metros, que puede ser asumida con el tiempo actual de esta línea y las reformas puntuales que en la misma se propondrán.
No obstante, el informe propone que para reducir el incremento que supondrá el nuevo itinerario de la línea D, sería conveniente eliminar el recorrido que hoy realiza en la avenida Primero de Mayo, trasladando la parada existente en esta calle hasta la calle Méjico, antes del cruce con esta avenida. Este cambio implicará un pequeño incremento de recorrido para los usuarios que cojan este autobús en el centro comercial Los Llanos, sin que provoque otras molestias a los vecinos de los barrios cercanos porque disponen de otras paradas cercanas de la misma línea.
La supresión de la línea F del servicio público de transporte urbano de Albacete supondría una reducción del coste de 84.024 euros.
http://www.laverdad.es/albacete/v/20130315/albacete/ayuntamiento-plantea-suprimir-lineas-20130315.html