El empresario juzgado por abuso sexual a una empleada dice que sólo fueron dos besosMERCEDES MARTÍNEZ / albacete
Día 05/03/2013
El juicio que se siguió ayer por abuso sexual contra el empresario albaceteño J.M.M.M., presidente de una empresa ubicada en el polígono industrial Campollano, quedó ayer visto para sentencia con la solicitud, por parte del Ministerio Público, de una pena de multa de 7.200 euros, además de restricciones a comunicarse o acercarse a la víctima durante tres años y una indemnización por los daños y perjuicios causados de 2.000 euros, mientras el letrado de la defensa solicitó la libre absolución.
En el acto de juicio oral, la denunciante explicó a la Sala que la mañana del 31 de diciembre de 2009 estaba trabajado en el departamento de Nacional y Exportación de la empresa, propiedad del acusado, como lo venía haciendo desde hacía año y medio, cuando a las 8:15 horas, J.M.M.M. le pidió a un compañero por teléfono que alguien le llevara un café. «Mi compañero le explicó quiénes estábamos esa mañana trabajando y él dijo que fuera yo».
Tras sacar el café de la máquina se dirigió a su despacho y estando allí, frente a él, el procesado le preguntó que qué iba a hacer el fin de semana. «Le respondí que ir a mi pueblo en Alicante; él me dijo que tenía varias empresas en Valencia y que a ver cuándo quedábamos».
Después, «se levantó y me dijo que si le daba un abrazo». La chica explicó que lo entendió como una forma de cortesía por ser Nochevieja pero cuando procedieron al abrazo «empezó a besuquearme hasta llegar a los labios». Además, relató que la cogió del brazo «e intentó llevarme a una zona reservada pero no pudo; salí corriendo y me fui».
No volvió a trabajar
Lo vivido se lo relató a sus otros compañeros de departamento y desde aquel día no volvió a trabajar, primero por una baja y luego por un despido, cuyo acto de conciliación se firmó el 23 de febrero de 2011. «Aún me debe el finiquito y el mes de febrero, casi 2.000 euros», explicó a preguntas del fiscal. Su testimonio fue corroborado en el acto de la vista oral por los tres compañeros a los que relató la víctima lo sucedido, y todos coincidieron en señalar que la chica «estaba muy afectada; nerviosa, desencajada y mientras lo contaba, llorando».
Por su parte, el procesado relató que pidió un café, se lo subió la perjudicada y ya en su despacho le preguntó que qué iba a hacer ese día. «Me dijo que se iba a su pueblo y le deseé una feliz noche». Acto seguido, explicó J.M.M.M., «se vino para mí, al lado de mi mesa, me levanté y le di dos besos en la mejilla de cortesía de Nochevieja». Contó que la puerta de su despacho suele estar abierta, ese día la tenía abierta, y que junto al suyo se encuentro el despacho del subdirector comercial. Además, explicó que tras marcharse la chica volvió a pedir otro café porque llegó su hermano. «Me dijeron que no me lo podía traer la misma chica porque se había marchado, ya que estaba indispuesta».
Argumentó que la llamó por teléfono para interesarse por su estado de salud «pero no me lo cogió» y explicó que tiene la costumbre de llamar al empleado que está de baja o enfermedad. Sin embargo, a preguntas de la magistrada, ninguno de los tres extrabajadores que comparecieron ayer en el juicio habían recibido una llamada del presidente de la sociedad cuando han faltado a su trabajo por cuestiones de enfermedad. De hecho, una de ellas admitió que había sido operada de los ojos en una ocasión, «y no me llamó».
El fiscal elevó a definitivas sus conclusiones provisionales, argumentado que habían quedado acreditados los hechos. «No fue un malentendido ni una felicitación cordial en Nochevieja, sino que intentó sobrepasarse, abrazarla con un claro contenido sexual, y no da lugar a confusiones».
http://www.abc.es/comunidad-castillalamancha/20130305/abcp-empresario-juzgado-abuso-sexual-20130305.html