Una revolución verde contra el cambio climático
El cambio climático es una realidad incuestionable y su impacto sobre el planeta dependerá de las acciones que tomemos los humanos para paliar sus devastadores efectos. El mensaje, más o menos catastrofista, fue el que trasladó ayer Rajendra Pachauri, presidente del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC en sus siglas en inglés), la organización impulsada por la ONU para abordar los efectos del calentamiento global del planeta.
El panorama, descrito por Pachauri en la conferencia inaugural de la segunda edición de la Convención Nacional sobre el Cambio Climático y la Sostenibilidad en España, no es alentador, en los últimos años la temperatura de la Tierra se ha incrementado lo que ha contribuido a un deshielo de los polos que a su vez ha hecho que el nivel del mar aumente. No se trata de un aumento espectacular, apenas 17 centímetros, pero Pachauri defendió que, aunque pueda parecer pequeño, los efectos en zonas costeras, sobre todo aquellas más azotadas por fenómenos como huracanes o ciclones son mucho más devastadores. Reconoció que esos fenómenos no se producen por la mano del hombre que sí contribuye a que su impacto sea mucho mayor como consecuencia del calentamiento global del planeta. Como ejemplo puso las inundaciones que dejaron a un millón de personas sin hogar en la ciudad india de Bombay e incluso los efectos del huracán Katrina.
Pero el cambio climático no es sólo un incremento de temperaturas y del nivel del mar. «Se ha observado que ha aumentado la concentración de precipitaciones en periodos cortos», reconoció Pachauri en su exposición ante un auditorio de casi 1.500 personas, que también se hico eco del incremento de incendios forestales en toda la cuenca mediterránea o de la ola de calor del 2003 «que dejó más de 35.000 muertos en Europa».
Peor en el siglo XXI
Pero el panorama actual no es nada con los efectos que tendrá el cambio climático en el siglo XXI que apenas lleva transcurrido una década. De hecho, según Pachauri, los excesos de los últimos años, que se han convertido en una cantidad ingente de emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera, tendrán su repercusión en los próximos años, sobre todo teniendo en cuenta que la población mundial seguirá creciendo mucha de ella concentrada en los litorales «con lo que habrá una mayor cantidad de personas en situación de riesgo».
Y es que los efectos del cambio climático se deben a un incremento de temperatura estimado de 2,5 grados centígrados, cuando las estimaciones realizadas por el IPCC calculan entre 1,1 (en el caso más benévolo) y 6,4 (en el peor escenario) el aumento de temperaturas para el siglo XXI, «algo que no resulta aceptable y tendría una impacto sobre la economía grave».
De hecho se podrían producir una disminución de los recursos de agua en aquellos lugares que actualmente tienen problemas, cambios en las precipitaciones o aumentos en el deshielo con el consecuente incremento del nivel del mar, y todo ello tendría repercusiones sobre la agricultura, en la reducción de especies (entre el 20 y el 30% estarían en peligro de extinción) y hasta en la salud humana, especialmente en aquellos países con menos recursos.
Hasta 1.500 millones de personas de Asia, África y América Latina podrían sufrir los efectos del cambio climático en la próxima década.
Y, ¿qué han hecho los gobiernos de todo el mundo para paliar sus efectos?. «La acción ha sido demasiado lenta», reconoció Pachauri, que no obstante admitió importantes avances en la concienciación sobre el impacto económico. Pero, a su juicio, postergar la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero reduce las posibilidades de combatir el calentamiento del planeta y «aumenta los riesgos».
Pero conllevar la reducción de emisiones «supone un cambio fundamental en nuestros estilos de vida», admitió Pachauri que lo consideró vital «si no queremos que las generaciones futuras sufran todos estos impactos».
Trabajar para México
Pachauri pasó de puntillas sobre el fracaso de la convención mundial de Copenhague, de la que resaltó que al menos se alcanzó el compromiso de limitar la subida de temperaturas a 2,4 grados con unas emisiones un poco superiores a las actuales. No obstante, admitió que se ha sembrado la semilla sobre la que trabajar para la siguiente cumbre mundial, prevista en México dentro de dos años.
Defendió que la lucha contra el cambio climático no requiere grandes esfuerzos económicos, «apenas el 3% del PIB mundial, no es un gasto muy elevado para evitar la catástrofe y mantener los niveles de prosperidad para el año 2030». Pero tendría otros beneficios para la sociedad, ya que menos emisiones de gases se traducirían en menos problemas para la salud y en una mayor generación de empleo «porque la energía renovable es capaz de producir un empleo tres veces más importante que el carbón». Abogó por la generación de «empleos verdes» ligados a la generación de energías renovables, «un modelo en el que España tiene mucho éxito».
De hecho, Pachauri resaltó el papel de España en materia de energías renovables «ya que ocupa los primeros puestos en todos los indicadores, lo que dará a España una ventaja competitiva en un mercado global de baja producción de carbono».
Animó a las instituciones y a los empresarios (que suponían la mitad de los inscritos en la convención) a apostar por la inversión en la generación de este tipo de energía «porque aquellos que lo hagan serán ganadores», al tiempo que advirtió que de lo contrario se pueden generar problemas de seguridad energética. A su juicio, habría que apostar por una nueva revolución industrial basada en la sostenibilidad de políticas energéticas, «una revolución verde» basada en la tecnología. Para Pachauri el gran reto que tiene España es la incorporación de las energías renovables a la construcción «un sector que ha crecido mucho en este país y que ahora debe incorporar métodos de eficiencia energética».
Problemas de almacenamiento
En la rueda de prensa posterior a la conferencia inaugural, Pachauri reconoció que el principal problema al que se enfrentan las energías renovables es a los problemas de almacenamiento y pidió a los gobiernos que inviertan recursos en I+D para resolver este problema, «porque la investigación de la industria atómica o la espacial está a años luz». Más ambiguo se mostró Pachauri a la hora de pronunciarse sobre el futuro de la energía nuclear con un mensaje neutro en el que dejó en manos de los países la decisión de apostar o no por su implantación, «porque seguirá creciendo pero deberá responder a los interrogantes «en torno a la seguridad, otras dudas técnicas y sobre todo a cuestiones institucionales», para que una sociedad decida «si acepta o no este tipo de energía».
La conferencia del líder del organismo internacional concluyó con la proyección de un vídeo sobre una experiencia innovadora que se está llevando a cabo en la India, que permite la generación de energía mediante este tipo de fuentes renovables mediante fórmulas innovadoras.
En su comparecencia ante los medios, también tuvo que responder ante las críticas sobre «errores» que se han detectado en el cuarto informe del IPCC, que Pachauri limitó a uno, que los glaciares del Himalaya no desaparecerán en el 2035, como se recogió en el informe, aunque invitó a la periodista que le interrogó sobre otros posibles fallos a que «se dirigiera por escrito a su secretaría que le transmitiría la información».
http://www.laverdad.es/albacete/prensa/20100211/albacete/revolucion-verde-contra-cambio-20100211.html
Más de 15.000 empleos en la energía renovableLa segunda edición de la convención sobre el cambio climático también contó con una representación de perfil bajo del Gobierno de España, pese a tratarse de un evento de carácter nacional y que él mismo financia. En este caso fue la directora de la Oficina de Calidad Ambiental del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Mª Jesús Rodríguez, que sustituyó a última hora a la secretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera que no pudo asistir por problemas de salud. Rodríguez aprovechó su intervención para resaltar que el 20% de la energía que se consuma en España en el 2020 procederá de fuentes renovables. De hecho, apostó porque España intente en su semestre de presidencia europea para impulsar una acción comunitaria en ese sentido. También recordó proyectos gubernamentales para combatir las emisiones como una revisión de la normativa que regula los derechos o el almacén geológico de CO2 (del que se llegó a hablar como posible ubicación el subsuelo de las Lagunas de Ruidera).
En un sentido similar se pronunció el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, que aseguró que el 70% de la energía que se consume en la Región ya procede de fuentes renovables y recordó que de la llamada Declaración de Albacete, que surgió de la primera convención celebrada en el 2008, ha nacido la Estrategia Regional de Lucha contra el Cambio Climático que cuenta con 290 medidas, al tiempo que relató que la Comunidad ha reducido sus emisiones y que más de 12.000 personas trabajan ya directamente en el sector de las renovables, otros 3.000 en la industria aneja y hay otros 5.000 puestos de trabajo en previsión.
La convención también tuvo su protesta ecologista, la protagonizada por un miembro de la Plataforma contra la Militarización de Albacete, que también se concentró a las puertas del Palacio de Congresos, para arremeter contra la «contaminación» que produce la implantación de la Escuela de Pilotos de la OTAN en la ciudad.
http://www.laverdad.es/albacete/prensa/20100211/albacete/empleos-energia-renovable-20100211.html