El carril bici sobre la acera, motivo de discrepanciaEl PP considera que los tramos pintados sobre las aceras contradicen la Ordenanza Municipal de Circulación, mientras que el PSOE defiende la coexistencia entre bicis y peatones.El carril bici de Albacete pretende fomentar el uso de las bicicletas en la ciudad, pero sus diversos tramos están rodeados de controversia. Algunos claramente diferenciados y divididos de la calzada, otros simplemente delimitados por líneas encima de las aceras y otros tantos que finalizan de repente y que no llevan a ningún sitio.
El carril bici de Albacete tiene distintos tramos, con zonas delimitadas por líneas sobre la acera y con una velocidad regulada a treinta kilómetros por hora. / BASI BONAL
Sea como fuere, parece que algunos de estos tramos entran en conflicto con la normativa vigente, tal y como indicó el Partido Popular el pasado lunes a través de una rueda de prensa. Según afirmó Javier Díaz de Prado, “la mayoría de ese carril bici son líneas pintadas en las aceras”, a la vez que explicó que “no se ha creado una infraestructura específica para estos vehículos y se observan calles donde es mayor el espacio pintado en la acera para el carril bici que el disponible para los peatones”.
El problema es que tanto la Ordenanza Municipal de Circulación del Ayuntamiento de Albacete como el Reglamento General de Circulación prohíben la circulación de bicicletas por las aceras. Así, la Ordenanza Municipal recoge, en su artículo 7, que las bicicletas “en ningún caso podrán circular por las aceras, cuando exista calzada para ello”.
Sin embargo, el concejal de Obras Públicas, Infraestructuras, Asuntos Taurinos, Movilidad y Transportes, Rafael López Cabezuelo, considera que “el PP se queja por todo y la mayoría de las veces no saben ni lo que dicen”. Cabezuelo explicó que “la Ordenanza recoge que por la calzada pasan los coches y por las aceras los peatones. Pero cuando una acera la transformas y permites el paso de las bicis, esa acera se convierte en una acera de coexistencia, en la que pueden pasar personas y bicis, éstas últimas por las zonas delimitadas por la señalización. Lo que me sorprende es que se digan tantas sandeces en tan poco tiempo, porque además eso puede confundir a los ciudadanos”.
“Lo que se hace con el carril bici es delimitar espacios para que puedan convivir, con la mayor armonía posible, vehículos motorizados, bicicletas y peatones. Donde hay espacios suficientes para hacer en la calzada un carril para bicis, pues lo hacemos. Donde no hay espacio suficiente lo que hacemos es utilizar la acera, pero porque la acera lo permite”, continuó el concejal.
Una de las medidas del Ayuntamiento ha sido delimitar la velocidad en muchas de las calles a 30 kilómetros por hora, permitiendo así que las bicicletas puedan circular “por algunas aceras que tienen el ancho suficiente para que vaya el peatón y la bici, y puedes ir por la calzada porque se ha puesto la velocidad de 30 y coexistir perfectamente los vehículos a motor y las bicis, y esto es lo que se ha hecho en todas las ciudades, incluidas Valencia o Alicante, donde gobierna el PP”.
SEVILLA, UN PRECEDENTE
Ya existen precedentes al respecto, en una situación similar, en la que el Tribunal Supremo avala el tránsito de bicicletas por las aceras y las zonas peatonales. En Sevilla, el Ayuntamiento modificó su Ordenanza de Circulación para permitir a los ciclistas circulas por las aceras, algo que fue anulado por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).
Pero el Tribunal Supremo revocó la sentencia del TSJA sobre la circulación de las bicis en las aceras, señalando que el TSJA parte de una premisa “errónea”, puesto que la Ordenanza Municipal, “en atención a los cambios que se han producido en la ciudad en materia de movilidad con la ejecución de las vías ciclistas, tuvo por finalidad evitar las posibles fricciones que pudieran producirse entre usuarios de los carriles bici y peatones, delimitando así los derechos y obligaciones de ambos”.
El fallo precisa que, al acotar un espacio lateral o parte de las aceras que antes eran del uso exclusivo de los peatones para que puedan circular por un nuevo pasillo las bicicletas, “no se conculcó con esta delimitación la zona peatonal, pues, aunque pueda quedar un poco reducida, en modo alguno significa que se deba compartir el paso de los peatones y el de los ciclistas, ya que para ello se establece en los artículos anulados una zona específica para el carril bici, que por ello, necesariamente deja de ser peatonal”.
Así, tal y como explicó López Cabezuelo, “el Reglamento General de Tráfico lo que hace es marcar principios y políticas de convivencia”. Lo que ha hecho Albacete “es adelantarse y adoptar medidas que ahora se están discutiendo para implantarse en otras ciudades”.
El concejal no considera necesario modificar la Ordenanza Municipal de Circulación, “porque la Ordenanza establece bien que, en principio, las bicis van por la calzada y los peatones por las aceras, salvo que el Ayuntamiento disponga de utilizar una acera, como la calle del Carmen o Ramón y Cajal, para establecer el carril bici”. Finalmente, López Cabezuelo afirmó que no entiende “esta polémica absurda y sin ningún sentido, que es confundir y quitar brillo a las cosas que estamos haciendo bien, y el carril bici está bien”.
“Nos encontramos con todos los obstáculos y más”
La Asociación de Ciclistas Urbanos de Albacete (Curba) fue la encargada de presentar una propuesta de carril bici al Ayuntamiento con lo que ellos entendían necesario para tener una circulación digna en bicicleta. Emilio Gómez, miembro fundador de Curba, expresó a este diario que “estamos contentos en la medida en la que todo lo que se ha hecho ha sido a propuesta nuestra”, pero, sin embargo, “estamos descontentos en cuanto a que falta mucho por hacer”. Según explicó Emilio Gómez, “de esa propuesta, el Ayuntamiento ha realizado, aproximadamente, el 10 o el 15%”. Con respecto a los tramos de carril bici que transitan por las aceras, Gómez afirmó que está “a favor de que si las aceras son anchas podamos ir por ellas para segregarnos del tráfico rodado, que es el que nos da miedo de verdad”.
En esta línea, el representante de Curba explicó que los ciclistas se encuentran “con todos los obstáculos que te puedas imaginar y más”, ya sea por vehículos mal aparcados, por situaciones de carga y descarga, o por los propios peatones “que evidentemente no saben o no tienen muy claro que la bicicleta puede ir por ahí”.
La DGT modificará algunas normas
En los últimos tiempos, las medidas de ahorro energético y las acciones encaminadas a reducir la contaminación han provocado que las ciudades comiencen a darle más importancia al transporte en bicicleta. No obstante, la legislación vigente tendrá que adaptarse a las nuevas circunstancias.
La Dirección General de Tráfico está trabajando para modificar el Reglamento General de Circulación para dar en las ciudades prioridad al peatón y a la bicicleta sobre los vehículos a moto, tal y como anunciaron en el Encuentro de Ciudades para la Seguridad Vial, celebrado en Córdoba a mediados de febrero. La reforma permitirá que las bicicletas puedan circular por las aceras de más de tres metros, siempre y cuando circulen a un metro de la fachada, y ya no estarán obligadas a colocarse a la derecha, sino que incluso podrán circular por el centro de las calles que tengan la velocidad limitada a 30 kilómetros por hora.
El nuevo Reglamento recogerá las diferentes experiencias y ordenanzas municipales que ya se aplican en otras ciudades y que han sido avaladas por el Tribunal Supremo, para conseguir que el Reglamento deje de ser un obstáculo para las Ordenanzas Municipales.
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