No me gustan algunas medidas del PPsoe, otras en cambio si, como esta:
La reforma dejará sin tarjeta sanitaria a 9.400 inmigrantes solo en la provinciaLos médicos advierten de que colapsarán las urgencias y las ONG tachan la medida de «disparate» El Real Decreto ley de reformas para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS) daba pie ayer a todo tipo de elucubraciones, pero uno de los puntos publicados en el Boletín Oficial del Estado no dejaba lugar a dudas. Los inmigrantes irregulares, los conocidos como 'sin papeles', se quedarán sin tarjeta sanitaria el próximo 31 de agosto.
Tendrán garantizada la atención en su centro de salud tanto los niños como las embarazadas, pero el resto tendrá que acudir a urgencias si considera que necesita atención médica y tendrá que asumir el coste íntegro de los fármacos. Esta medida, que las ONG analizaban ayer con miedo y los médicos con una doble lectura, afectará en la provincia de Albacete a los 9.417 extranjeros sin recursos que tienen tarjeta sanitaria como tales.
En cualquiera de los casos, el decreto fija que cualquier inmigrante, al margen de su situación administrativa, tendrá acceso a atención «de urgencia por enfermedad grave o accidente, cualquiera que sea su causa, hasta la situación de alta médica». Además, los menores de 18 años «recibirán asistencia médica en las mismas condiciones que los españoles» y las embarazadas gozarán de atención en la gestación, el parto y el postparto, conforme ya recoge el artículo 12 de la Ley de Extranjería.
¿Cómo se combatirán y controlarán las enfermedades infecciosas como la tuberculosis? ¿Y los brotes psicóticos y tratamientos para la diabetes? El real decreto dejaba preguntas en el aire que médicos y farmacéuticos no se atrevían ni a responder. Desde el Sindicato Médico, José María Samaniego auguraba que se colapsarán las urgencias. «Esto va a resultar un desastre», decía, al tiempo que advertía que «los que estén muy enfermos se quedarán sin seguimiento». En su opinión, alejar a estos inmigrantes, los más desfavorecidos, de los centros de salud, dejará sin control un sinfín de enfermedades.
Se rompe también el lazo que permitía a un inmigrante traerse a sus padres y a sus hijos mayores de 26 años bajo el paraguas de su tarjeta sanitaria. Y es que el presidente del Consejo de Médicos de Castilla-La Mancha, el albaceteño Francisco Parra, advertía ayer que se había llegado a un grado de abuso que el sistema no podía sostener. «En su momento se les dotó de los mismos derechos sin cotizar y aquello generó un efecto llamada, pero ahora qué, cómo casa la ética con la falta de dinero».
Dilema
Este médico de Atención Primaria advertía que el facultativo vuelve a estar entre la espada y la pared porque, con tarjeta o sin ella, un juramento le obliga a atender a un enfermo en cualquiera de las circunstancias e independientemente de los decretos. «Si entra un enfermo en mi consulta no le pregunto dónde está la tarjeta; lo primero es decirle que qué le pasa; socorrerlo; no le puedes negar la atención a nadie», subrayaba, al tiempo que reconocía que la situación actual tenía que estallar porque se había llegado a un punto en el que el inmigrante iba al médico en su país con la tarjeta sanitaria española, por lo que el gasto lo acababa asumiendo España.
También farmacéuticos como Eduardo Giménez auguraban un colapso de las urgencias. «Pero como allí no se hacen recetas, se pagarán lo más barato y sufrirán en silencio; esto es la consecuencia de aquel 'papeles para todos'». En su opinión, el país tendrá que retroceder 40 años, regresar al Insalud y a la beneficencia. «¿Y si sufren un brote psicótico? ¿Y si son diabéticos?». Y es que ayer aún quedaban muchas preguntas en el aire.
A organizaciones como Cáritas o Cruz Roja no les quedaba ninguna duda; perderán los más pobres. Las parroquias llevan años ayudando a los inmigrantes sin papeles a comprar medicamentos. Y es que la tarjeta, en la mayoría de los casos, les da derecho a recetas, pero a la estándar, por lo que sí que tienen que asumir el 40% del coste. La secretaria general de Cáritas, Benita Iniesta, ya advertía ayer que ahora «si no acabamos desbordados, les ayudaremos al cien por cien». En este sentido, Iniesta lamentaba la reforma sanitaria porque «todo lo que sea dejar de atender las necesidades básicas de los más desfavorecidos no nos parece bien». «Cáritas no distingue entre razas, religiones o situación legal; todos deberíamos ser iguales». Para ella, que trata a diario con los sin papeles, no hay otra salida que aceptarlos como lo que son, «seres humanos iguales al resto». «Ya que están aquí, qué vamos a hacer, pues atenderlos».
Como ella, el presidente provincial de Cruz Roja, Eloy Ortiz, tildaba de «disparate» distinguir entre inmigrantes. «Qué menos que garantizar la salud a los que son más vulnerables. Nadie puede ser ilegal en pleno siglo XXI», decía, al tiempo que auguraba una avalancha de inmigrantes pidiendo ayuda.
Y es que la reforma lleva semanas generando posturas encontradas. La ministra de Sanidad, Ana Mato, insistía ayer en que así España se equipara a la Unión Europea en derechos sanitarios para los extranjeros, que recibirán la atención sanitaria básica. La ministra especificó que los inmigrantes «simplemente se quedan sin tarjeta sanitaria «pero no sin asistencia básica, «como en el resto de los países de la UE», ya que el uso de la tarjeta sanitaria «corresponde a los españoles».
Sin embargo, el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba , tachó de «xenófobo» el real decreto acusó al Gobierno de «dar pábulo a una siniestra idea según la cual los inmigrantes abusan de la sanidad europea».
Xenófobo
«Es falso xenófobo y cruel porque dejan sin asistencia sanitaria a gente enferma, e ineficaz porque harán que las gripes acaben tratándose en urgencias», advirtió en su intervención en el Pleno del Congreso para defender su enmienda a la totalidad de los Presupuestos Generales del Estado para 2012.
Las críticas llegaban desde todos los frentes. Farmaindustria aseguraba que la reforma sanitaria implica un «recorte sin precedentes» en el gasto farmacéutico público y lamentó que el peso de las medidas recaiga en esta industria. En un comunicado, la patronal de las farmacéuticas reconocía la necesidad de adoptar reformas «de gran calado» en el sistema sanitario por la crisis económica, que está poniendo «en riesgo» la viabilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS), pero criticaba las medidas que le ponen en el punto de mira.
http://www.laverdad.es/albacete/v/20120425/albacete/reforma-dejara-tarjeta-sanitaria-20120425.htmlBasta ya de que gente que no haya cotizado en su vida chupen del bote.