Vecinos de Santa Teresa temen la supresión del programa para rehabilitar sus viviendas
Urvial alerta de que la demanda actual es «nula» y el presidente del barrio insiste en que los propietarios «no tienen ni para comer» Mucho ruido pero pocas nueces. Así se puede resumir el proyecto que adjudicó el Ministerio de Fomento al barrio de Santa Teresa de Albacete para ayudar económicamente a la rehabilitación de edificios y viviendas de los bloques conocidos popularmente como 'grilleras', ubicados frente al hospital del Perpetuo Socorro.
A día de hoy, tan solo se han formalizado dos solicitudes que han completado, por parte de los interesados, la licencia municipal de obras, dos peticiones que se formalizaron en los tres primeros meses de vigencia de este Área de Rehabilitación Integral (ARI) y que no se han incrementado con el paso del tiempo.
Desde que se constituyó el 18 de octubre de 2011 el equipo de información y gestión del ARI del barrio de Santa Teresa, su arquitecta ha realizado 14 visitas a edificios para valorar el estado de elementos comunes, así como otras 25 visitas a viviendas, donde realizó las correspondientes mediciones y memorias valoradas. Sin embargo, este equipo todavía está pendiente de que los propietarios decidan solicitar la licencia municipal de obras para acometer la mencionada rehabilitación. En un informe elaborado por la Sociedad de Gestión Urbanística (Urvial) se alerta de que estas actuaciones se realizaron en el primer trimestre desde la entrada en funcionamiento del equipo, pero lo cierto es que «la demanda actual es nula a pesar de haber vuelto a mantener reuniones informativas con los distintos colectivos del barrio».
Una falta de respuesta por parte del vecindario que el presidente de la asociación de vecinos del barrio de Santa Teresa justifica en la falta de recursos económicos de los propietarios que, a día de hoy, «no tienen ni para comer».
Las subvenciones
Tal y como viene reflejado en las condiciones del ARI elaborado por el Ministerio de Fomento, las ayudas a la financiación de las actuaciones ascienden hasta un 45% con un máximo de 5.400 euros por vivienda; un 10% para la redacción del proyecto con un máximo de 1.300 euros por vivienda y un 7,5% del presupuesto de dirección de obra con un máximo de 1.000 euros por vivienda. Además, familias numerosas, mayores de 65 años, personas dependientes o con discapacidad y familias con dependientes a su cargo pueden obtener una ayuda adicional.
Sin embargo y a pesar de estas buenas condiciones económicas, «los vecinos no pueden adelantar el pago de las obras de rehabilitación y permitirse el lujo de estar esperando a que les paguen el 50% de lo gastado», relata Ibrahim Mohamed Salamed, que advierte que de no mejorarse estas condiciones por parte del Ministerio de Fomento, las 'grilleras' se seguirán deteriorando hasta tal punto de tener problemas para ocuparlas: «Hasta que la situación económica de las familias que viven en estos bloques no se recupere, no creo que puedan asumir el coste de la rehabilitación».
No en vano, el presidente de la asociación de vecinos de Santa Teresa se remite a la última reunión que mantuvieron con el equipo de información y gestión del ARI, donde «ya pusieron de manifiesto que no se querían volver a reunir porque no tienen dinero para pagar». Por estos motivos, los vecinos de Santa Teresa temen que Urvial, Junta de Comunidades y Ministerio de Fomentan decidan suspender este programa de rehabilitación vista la falta de respuesta por parte de los propietarios de viviendas y edificios: «Estamos convencidos de que el Ayuntamiento pondrá una fecha límite para recibir solicitudes y, como no se presentará ninguna, acabará por suspenderlo».
A juicio de Salamed, el ARI de Santa Teresa hubiera funcionado si los vecinos no hubieran tenido que adelantar la financiación y el Ministerio se hubiera hecho cargo de los gastos. «Aquí la gente está al límite de sus posibilidades», insiste el presidente de la asociación vecinal.
La preocupación en el barrio crece al comprobar el estado en el que se encuentran algunos bloques de las 'grilleras', que están soportando grandes humedades y problemas en las instalaciones eléctricas, aunque su mayor problema se centra en la ausencia de ascensores, lo que está obligando a muchas personas mayores que viven en las plantas altas «a no salir de sus casas». En un principio, se pensó montar estos ascensores en los patios traseros de los bloques, proyecto que se descartó porque afectaba a los cuartos de baño de algunas viviendas. Seguidamente se habló de instalarlos en las fachadas delanteras a través de una pasarela, pero a día de hoy «ninguna comunidad de vecinos lo ha solicitado».
La escasez de peticiones para rehabilitación edificios y viviendas particulares ha motivado también que Urvial proponga no prorrogar el contrato laboral suscrito a la arquitecto del equipo que finaliza el próximo 30 de junio, si bien aclara que el servicio de información y asesoramiento seguirá prestándose aunque con los medios materiales y personales con que cuenta el propio Urvial.
http://www.laverdad.es/albacete/v/20120614/albacete/vecinos-santa-teresa-temen-20120614.html